La industria de la aviación ha estado bajo la lupa en los últimos tiempos debido a su contribución a las emisiones de gases de efecto invernadero y su impacto en el cambio climático.
Sin embargo, hay esperanzas de un cambio positivo en el horizonte. La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) y el Acelerador de Impacto de la Aviación (AIA) han decidido unir fuerzas en una asociación sin precedentes para acelerar la transición del transporte aéreo hacia emisiones netas de CO2 cero para el año 2050.
Esta emocionante colaboración tiene como objetivo impulsar una transformación significativa en la industria de la aviación, respaldando decisiones fundamentadas por parte de las aerolíneas y los responsables de políticas. La IATA, con su amplia experiencia en fomentar la cooperación entre las aerolíneas y otros actores, se une al AIA, un grupo internacional de expertos convocado por la Universidad de Cambridge, que ha estado trabajando en herramientas basadas en evidencia para promover la aviación sostenible.
El enfoque principal de esta asociación es evaluar las implicaciones financieras y desarrollar herramientas basadas en escenarios que permitan a las aerolíneas analizar y evaluar diferentes vías hacia la descarbonización. Al aprovechar los trabajos existentes y la capacidad de modelado del sistema subyacente del AIA, se espera que esta colaboración proporcione a la industria una sólida base para tomar decisiones informadas en su camino hacia un futuro con emisiones netas de CO2 cero.
El Profesor Rob Miller, líder del AIA y Director del Laboratorio Whittle de la Universidad de Cambridge, muestra su entusiasmo por esta asociación pionera. Él cree firmemente que la combinación de la experiencia en cooperación de la IATA y la capacidad única de modelado del AIA puede generar un cambio significativo en la aviación. Miller destaca la importancia de explorar vías realistas para lograr emisiones netas de CO2 cero y ve esta colaboración como un paso importante hacia la aviación sostenible.
Marie Owens Thomsen, Vicepresidenta Senior de Sostenibilidad y Economista Jefe de la IATA, también se muestra optimista y entusiasmada con esta asociación. Reconoce que comprender las múltiples vías potenciales para lograr un futuro sostenible en el transporte aéreo es crucial. Owens Thomsen destaca que el desarrollo de diferentes tecnologías influirá en las perspectivas a largo plazo de la industria y, a través de esta colaboración, se explorará en particular esta intersección clave.
Además de evaluar las implicaciones financieras y desarrollar herramientas basadas en escenarios, el AIA y la IATA tienen como objetivo colaborar en el desarrollo futuro de la Metodología de Cálculo de CO2 por Pasajero Recomendada por la IATA. Esta metodología, junto con datos operativos verificados de las aerolíneas, proporciona resultados precisos y transparentes para comprender la huella de carbono de la actividad aérea.
La colaboración entre la IATA y el AIA marca un hito en la búsqueda de un transporte aéreo más sostenible. Al unir sus conocimientos y capacidades, estas organizaciones están trabajando juntas para impulsar la transición hacia emisiones netas de CO2 cero en el sector. Esta asociación no solo respalda decisiones mejor fundamentadas por parte de las aerolíneas y los responsables de políticas, sino que también allana el camino para futuros desarrollos en áreas clave, fortaleciendo así los esfuerzos de la industria para abordar el cambio climático.
La aviación sostenible es un objetivo ambicioso, pero con la colaboración y el compromiso de la IATA y el AIA, junto con otras partes interesadas, podemos forjar un futuro en el que los aviones vuelen de manera más limpia y ecológica. Siguiendo este camino, podemos garantizar que las generaciones futuras disfruten de los beneficios del transporte aéreo sin comprometer nuestro medio ambiente.
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