Uno de los riesgos más representativos en la cadena de suministros son los desastres naturales. Estos pueden ser devastadores para los diferentes sectores cuando son objeto de inundaciones, terremotos o incendios.
Los desastres naturales representan un reto difícil de predecir, además existen determinados países que cuentan con perfiles de riesgos más altos que otros y, aunque varios eventos mundiales ya han demostrado que ningún lugar del planeta está completamente a salvo, existen medidas que pueden contribuir a que el impacto sea menor o que las soluciones puedan llegar de forma más eficiente.
Es, por tanto, la cadena de logística la encargada de entregar las provisiones materiales en los lugares y momentos en las que son requeridas y durante situaciones de catástrofes. La cadena cuenta con diferentes componentes que tienen que ser desarrollados de forma simultanea para que el deber sea cumplido.
La primera parte de esta cadena es abastecer en medio de desastres naturales y emergencias. Ya que el abastecimiento es la puesta a disposición de los suministros necesarios a las organizaciones asistenciales. A su vez, estos suministros son agrupados en 10 categorías de acuerdo a las normativas internacionales. Entre ellas, se encuentran los medicamentos, el agua y el saneamiento ambiental, los recursos humanos (voluntarios, etc.) o los alimentos y bebidas.
El segundo punto indispensable para continuar con el correcto funcionamiento de este sistema es el transporte, el cual es una parte fundamental de la cadena logística de suministros en emergencias. A través del transporte se hacen llegar los suministros y el personal humano a los lugares donde son necesarios. Es necesario que se desarrolle una estrategia que tome en cuenta las posibilidades reales y las alternativas seguras de asistencia.
También existe un tercer punto y es el almacenamiento de los suministros, los cuales también deben ser protegidos en un lugar adecuado hasta el momento de ser distribuidos o utilizados por el personal de asistencia. Este almacenamiento debe mantener un sistema organizado de acuerdo a su tipo, cantidad y localización.
Por otra parte, existe otro aspecto clave en la logística de desastre y se trata de la distribución de estos suministros, pues la intención es que puedan ser entregados de forma efectiva para la asistencia de as personas afectadas o a las organizaciones oficiales y responsables de su manejo. No se puede realizar una distribución general e indiscriminada que genere pérdidas de recursos valiosos en momentos de crisis.
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