Cuando la solvencia y la calidad de servicio es parte integral de la filosofía de una empresa, es normal que se pueda responder de la mejor manera ante las necesidades de los clientes.
En esta entrevista exclusiva, pudimos conocer lo que implica un siniestro en el ámbito logístico y como una gran empresa, como Assekuransa, es capaz de responder.

Si bien la palabra siniestro es algo que se puede entender, ciertamente tiene su especificidad en el ámbito de la logística. ¿Cómo explicaría de manera sencilla que es un siniestro y cómo se maneja este tipo de situaciones?
Un siniestro es algo que ocurre de manera inesperada. En el caso que nos ocupa puntualmente, que son los seguros de carga, hablamos de un daño o algún inconveniente en la mercadería transportada y asegurada.
Mi tarea como Responsable del Departamento de Siniestros, junto al equipo Sofía Pérez y el Director de Legales; Edgardo Rezzonico, es la gestión administrativa de todos los siniestros que nuestros clientes nos reportan.
En general, nuestro sector es el primero en la cadena de soluciones y damos inicio a una serie de procesos que indican cómo actuar ante cada situación.
Hay siniestros que consideramos “chicos” con valores de 1 a 500 dólares, estos se manejan de forma simplificada con el envío de ciertos documentos de forma digital, es en su mayor parte a través de email.
En siniestros de mayor valor, enviamos a un perito a realizar una revisión y una investigación, para luego elaborar un informe completo de las averías, y en base a ese reporte tomar una resolución y establecer si ese reclamo tiene o no cobertura técnica.
¿Cómo se trabaja la investigación en esos casos de siniestros?
Nosotros abordamos o asumimos el costo de las inspecciones. Los inconvenientes pueden ser por ejemplo cajas abiertas o roturas varias en la mercancía, el lugar donde se produjo esta alteración puede ser durante el traslado, en almacenes portuarios, terminales aeroportuarias o puertos.
Una de las preguntas que siempre se nos hace es “¿qué pasa con los robos?”. Sinceramente, a nivel investigación, es mucho más sencillo que otro tipo de incidencias ya que hay que tener en cuenta que las pólizas no son retroactivas. Los robos en general, son siniestros de gran impacto económico pero su análisis suele ser menos complejo.
Las investigaciones más difíciles son las relacionadas con accidentes ya sean en el tramo, digamos terrestre (puede ser un vuelco o un descarrilamiento) o también los accidentes que se dan en las terminales portuarias, cuando están descargando un contenedor y se les cae de la grúa, o colocan un contenedor arriba de un contenedor open top que tenía carga sobredimensionada y termina aplastando la maquinaria o la mercadería que es transportada. En sí, esos son los casos más interesantes (por llamarlo de alguna manera) para poder determinar no sólo la causa del daño sino muchas veces lo que es la extensión, de decir, ¿este daño es irreparable?, ¿es reparable en el lugar donde se encuentra la carga?, ¿se tiene que mandar a alguien a inspeccionar?, ¿se tiene que mandar la pieza a otro destino para su reparación y posterior retorno? Estos en sí, son los casos más complejos de analizar.
De la investigación en materia de siniestros ¿hay algún caso complejo, que puedas contarnos?
El caso de un telescopio que fue muy renombrado. Es un caso que llevó mucho tiempo, más de dos años desde que sucedió el siniestro, hasta que se terminó de pagar. Era una estación de radioastronomía completa, que se la denominó el famoso caso “llamas” era todo un equipo que se iba a instalar en el paraje de Alto Chorrillos, que está a 4.800 metros sobre el nivel del mar, lo que le añade complejidad al tema de la logística.

Esa póliza, la tomamos por medio de un productor de seguros (hubo una licitación) porque el beneficiario era un organismo del CONICET (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de Argentina), entidad donde hay ciertos pliegos que hay cumplir, tanto para el transporte como para el seguro. Finalmente pudimos asumir ese riesgo de la póliza, que era de 8.600.000 euros. El riesgo que nosotros cubríamos era el tránsito desde el puerto de Zárate hasta el paraje Alto Chorrillos.
Una de las piezas que estaba siendo transportada, cuando el camión tomó una curva en la altura en Jujuy, se soltó del aparato y desestabilizó al vehículo de gran porte, provocando que la pieza quede tirada en la ruta 40, luego de que el camión hubiera volcado, el conductor logró tirarse de la cabina y no hubo víctimas que lamentar.
Esta situación se dio en enero de 2018, lo primero fue la asignación de los peritos, que es lo que hablamos un poco antes, y sobre todo, había que remolcar esa pieza que estaba ahí tirada en la ruta acechando el tránsito, llevarla a un lugar donde estuviera resguardada y donde se pudiera inspeccionar. Este tipo de proyectos, implica que se pida autorización a seguridad vial porque son piezas sobredimensionadas.
Si bien no estábamos seguros del daño concreto, estaba claro que todo el proyecto podría haber sido afectado y hablamos de una iniciativa con una inversión arriba de los 8 millones de euros.
Se logró trasladar la pieza hasta San Antonio de los Cobres, un recinto que la municipalidad puso a disposición, ahí tuvimos que enviar peritos desde Argentina, el proveedor envió un perito desde Italia para que hiciera las investigaciones y evaluar la extensión del daño. Luego llegaron las discusiones, ya que había una póliza activa, diálogo con el transportista y finalmente, se combinó hacer 3 pagos para que se construyera de nuevo la pieza dañada. Cubrimos 600 mil euros entre la construcción de la pieza y los gastos de peritaje. En mayo del año pasado se concluyó la entrega en Zárate de la pieza nueva. Fue bastante interesante para todos y muy largo.
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